martes, 18 de octubre de 2011

Introducción a las Ciencias Sociales


Nuevos Ricos, Nuevos Pobres

Nuevos ricos

El término nuevo rico se utiliza en general con una connotación un tanto peyorati

va y se aplica a toda una clase social que comparte –en cualquier lugar del mundo- ciertas características particulares. No es precisamente actual, porque lo nuevos ricos siempre han existido. La sociedad francesa del siglo XVIII los llamaba parvenus (recién llegados).

El nuevo rico es un personaje que surge, por lo general, de una situación de crisis dentro de una cierta sociedad y que, por motivos extraños a menudo inexplicables amasa una fortuna en poquísimo tiempo. Por ejemplo, las guerras, suelen producir un numeroso grupo de personas recién enriquecidas a costa de la miseria y las privaciones de la mayoría. Las razones específicas de estos fenómenos las estudia las sociología o la economía. El nuevo rico es siempre por antonomasia es siempre de origen muy pobre, tiene escasa o nula educación y carece de refinamiento. Sin embargo no por eso deja de tener un talento y una inteligencia nat

ural, que son precisamente los elementos que le han permitido llegar al estatus de adinerado. Ese origen humilde es el que le ha ayudado a superarse y, al mismo tiempo, permanece latente en todas sus reacciones y en su conducta cotidiana.

Tradicionalmente el nuevo rico se identifica con el mal gusto y la pésima educación. Es natural que por no haber tenido refinamientos de la vida, no logre identificarlos e intente acaparar indiscriminadamente todas aquellas cosas que, según él, se identifican con la riqueza; pero no tanto porque la disfrute o le produzca satisfacción, sino más bien, para adquirir respetabilidad ante sí mismo, a los ojos de sus familiares y amigos, y ante la sociedad que lo rodea. De esta manera, pretende borrar –o al menos disimular- su pobreza original, ignorancia y falta de prestigio social.

Como consecuencia, centra su atención en la posesión de objetos, sobre todo aquellos que a sus ojos otorgan mayor prestigio y que son más evidentes: grandes casas, automóviles lujo

sos, todo tipo de maquinas y aparatos (la mayoría de las veces inservibles), joyas y vestuario. Tiende en particular a adquirir como objetos, inclusive, a los seres humanos, en particular mujeres –bellas y jóvenes de preferencia- y amigos, muchos amigos, o seudoamigos, que atestigüen su poderío económico.

Los nuevos ricos tiene la mala costumbre de tener hijos y estos representan, casi siempre, el aspecto más negativo de esta categoría social. Los famosos Juniors que, por desgracia no son solamente hijos de nuevos ricos sino de padres demasiado complacientes, que a diferencia de la gran mayoría, lo tiene todo sin haber hecho el menor esfuerzo y aun peor creen que lo merecen todo y papi –tan bruto y tan patán- tiene obligación de dárselo.

Nuevos pobres


Así como las guerras, las crisis, las inflaciones y las devaluaciones producen algunos nuevos ricos, traen como consecuencia legiones de nuevos pobres, identificándolos como miembros de una buena familia “Venida a menos”. Es interesante observar las características y normas de conductas de los venidos a menos. La experiencia de tener que prescindir de cosas que han tenido siempre representa un choque muy bastante fuerte para las víctimas del fenómeno. Los nuevos pobres sufren con estas condiciones y que se consuelan haciendo referencia continuamente a lo que tenían, por lo consiguiente su tiempo verbal es el copretérito: teníamos, gastábamos, en casa había, mis padres compraban, éramos…etc.

Los nuevos pobres, naturalmente, detestan a los nuevos ricos y critican su falta de clase y su mal gusto. Pretende tener ambas virtudes pero les falta el dinero, por tanto, adoptan algunas actitudes ridículas. La pretensión de seguir haciendo gala de antiguas glorias y posesiones los lleva a considerar que sus cosas, no obstante que sean viejas, gastadas, obsoletas y/o ruinas, son de gran valor.

Sin embargo, existe un grupo de nuevos pobres, que no obstante su condición tratan de sacarle el mejor partido a la vida. Aplican su inteligencia, su talento y su visión para las cosas buenas para tratar de sobrellevar de la manera más digna y graciosa posible su temporal desgracia. Debemos recordar que no hay mal que dure cien años…

Labón Collado Rasha. (1992). Modos, modas y modales